Con el estudio de las primeras experiencias se han identificado algunos factores que parecen imprescindibles para que las actuaciones tengan éxito y contribuyan a la sostenibilidad del territorio. Comparando unas experiencias con otras, hemos llegado a cuatro proposiciones que se pueden generalizar:
- Identificar motivación y objetivos. Identificar con claridad la problemática que se quiere abordar, o el factor de crisis que se quiere superar, y establecer unos objetivos comprensibles y acordados por la comunidad.
- Comunicar para compartir un proyecto. Aplicar una comunicación eficaz que promueva la implicación y el compromiso. La finalidad es generar de forma colaborativa conocimientos útiles sobre los recursos, promover la conciencia de bien común ambiental y generar un proyecto consensuado.
- Escuchar para generar confianza y poder comunicar. Cuando los dinamizadores, promotores, mediadores, gestores priman los aspectos de comunicación y escucha activa las posibilidades de implicación de la comunidad son mucho mayores. Es un elemento crucial del proceso de comunicación.
- Armonizar niveles de decisión y de gobernanza. Lograr la sintonía entre dinamizadores técnicos de las acciones y decisores locales (y de otros niveles), y también con el mercado o el resto de la sociedad local, es determinante para el éxito de los proyectos.